Una latido a contrareloj
que nos avise si esque aún quedan ganas
para seguir con esto
aunque todos sepamos que
el otoño hace caer las hojas...
igual que nuestra esperanza,
en picado,
y con el paracaídas roto.
Hemos tocado (y hundido)
el mismo barco,
en varias ocasiones
y creo que ya no quedan supervivientes,
sin embargo un
"creo"
a mi no me es suficiente,
necesito la certeza misma de que ya no queda nada,
de que el espectáculo ha terminado,
el teatro ha cerrado sus puertas,
y los actores quieren irse a dormir,
y no a pensar
...en ti.
Así que,
sueña,
en-mí,con-migo,o sin-mí,
que aún no ha terminado la función,
aunque el Otoño nos haya cogido por sorpresa.